“Hijo regresa”—la anciana llamaba a él pelinegro que caminaba en medio del gran campo.
“Solo necesito una plantas”— levantando su mirada para sonreírle a su madre, está regresando a la vieja choza, preparando el nuevo remedio que vendería a los comerciantes.
La choza era de lo más humilde pero arreglada para ser cómoda, 2 cuartos en la planta de arriba uno que ocupaba el joven otro para guardar los distintos tónicos que preparaban, en la parte de abajo estaba el cuarto de la anciana y una enrome cocina en todas las paredes había armarios y anaqueles llenos de distintas plantas y cosas extrañas.
“Madre ya casi está listo”—sonrió el muchacho a la gran olla que estaba sobre el fuego.
“Si”—sonriendo ligeramente—“solo necesita unas raíces de Yezgo y estará lista”—pasando su mano por los sedosos cabellos de su hijo.
“Necesito buscar unas nuevas, tengo que salir”—acomodando el canasto en su brazo.
“No”—la mujer deteniéndolo de inmediato—“hoy es luna llena hijo, esos hombres están casando”
“Tendré cuidado”—arreglando el gorrillo sobre su cabeza—“ni me verán”
“No me obligues a encerrarte”—viéndolo seriamente
“Está bien”—sonriendo ligeramente—“iré a la cama…. temprano”—
“Si descansa”—
Varios hombres rodeaban la mesa en medio de la gran sala, un mapa en sus manos
“Ya sabemos en donde esta”—uno de ellos señalando la cruz roja dibujada en el mapa
“Están seguros que es ahí”— otro de ellos acomodando una gran espada.
“Teniente Shim, yo nunca me equivoco”—el moreno viéndolo con enfado
“Y entonces”—todos escuchando atentos—“están seguros que ella es quien causa esas muertes”—poniéndose de pie—“hemos vivido muchos años en estas tierras y nunca nos había pasado nada”—
“El monje Jang lo ha dicho”— afirmo el moreno—“el no se equivoca Señor, esa bruja es peligrosa”
“Antes me gustaría hablar con ella”—hablo el pelirrojo—“puede que lleguemos a un acuerdo”—
“Pero Señor es una BRUJA”—afirmo el más alto de él grupo (Teniente Shim) —“no lo arriesgaremos, puede que lo convierta en sapo”— hablo con tanto temor que el rey quiso estallar en rizas pero el momento no lo ameritaba en esta junta se definía el futuro de su pueblo…
“Entonces sugieren”—juntando sus brazos—“que la ataquemos solo asi como asi”—
“Claro”—hablo otro de los hombres el general Choi
“No sería muy cobarde”—
“Señor es una bruja, y se dice que en la luna llena es cuando se debilita su magia negra asi que espero atacar hoy mismo”—prosiguió el general Choi.
“Entonces saldremos ahora mismo?”—el moreno hablando de nuevo.
“Si”—decidió por fin el pelirrojo—“ahora mismo”—tomando su espada acomodándola a el lado de su bolsa colgándola en su cinturón.
“Ya casi llegamos”—un grupo de unos 20 hombres cabalgando por el bosque hasta detenerse en un conjunto de arboles.
“Es detrás de ahí Señor”—aviso el teniente Shim.
“Abra que tener cuidado entonces”—bajando de su caballo, abriéndose paso por las enramadas para encontrar la choza, en medio de todos esos árboles, un pequeño patio enfrente con arboles asimilando un cultivo de plantas.
“Pude que sean venenosas”—afirmo uno de los hombres con temor.
“Atención hombres”—el moreno hablando—“ustedes arriba”—seleccionando un grupo—
“No”—intervino el rey—“yo iré arriba, si es peligrosa es mejor que no haiga muchos involucrados”— hablo el rey dejando algunas partes de su armadura, necesitaba ir lo más liviano posible.
“Tenga cuidado señor”—
“Claro amigo”—poniendo su manos en uno de sus hombros—“Ustedes quedan a cargo de el general Jung”—hablando en algo de voz fuerte—“cuídate Yunho”— dijo a tono normal para caminar a uno de los arboles trepando con gran facilidad, quedando cerca de una ventana, brincando por esta…
Entrando con cautela a una habitación una amplia cama en medio de esta, acercándose; esa sería la recamara de la bruja, acercando mas sus pasos alcanzando a distinguir algo en la cama.
“Haaaaaa”—alguien atacándolo por atrás este reaccionando deprisa golpeando a su atacante mandándolo directo a el suelo—“quien eres”—volteando a ver a lo que parecía ser un muchacho, aunque su pelo era de más de largo y sus ropas eran iguales a las de los rateros de los pueblos
“Responde tu primero”—hablo el joven—“que haces dentro de mi casa”—
“Tú casa”—viéndolo con desconcierto, Changmin se había equivocado de choza y lo había llevado con esta “deidad” (un tipo de criatura mitológica) –“disculpa, creí… creímos que era casa de una horrible bruja”—sonto con caballerosidad extendiendo su mano, recibiendo un golpe por parte del muchacho…
“No es ninguna bruja”—poniéndose de pie retando a el rey—“ella”—
“Yoochunnie”—ollo gritar a la mujer… su voz entrecortada
“Madre”—intento salir, en ese instante la anciana entraba a el cuarto del joven—“madre, que le paso”—viendo con mortificación el hilillo de sangre que corría por su frente…
“El rey está en peligro”—se ollo gritar desde afuera de la habitación.
“Hijo huye”—la anciana empujando a el joven a la ventana.
“No huirán”—hablo en rey empuñando su espada.
“No les hemos hecho nada porque nos molestan”—grito la anciana dejando atrás a él misterioso joven.
Alguien entrando por la ventana atrapando a él joven en sus brazos, empuñando su espalda apretándola contra el cuerpo de este—“ríndase”—
“Déjenlo”—grito la anciana mortificada.
“No se acerque”—amenazándola con la espada.
Todo paso muy rápido a ojos de Yoochun, el ver como los demás guardias entraron y atraparon a su madre es la escena más dolorosa que jamás está seguro había vivido, viendo con tristeza como se madre era llevada a la fuerza atada de manos y amordazada, que clase de personas eran estas.
“Yo me lo llevare”—hablo el pelirrojo acerándose a Yoochun, tomándolo de la cintura para subirlo a su caballo y el tomando asiento atrás de él. Por cierto el joven tenía un cuerpo extraño con una cintura boluda seguro tenía alguna deformidad.
“Claro señor”—el hombre regresando a su caballo.
“Las cuerdas están apretadas”—hablo con calma, sentía lastima por el engendro que sollozaba con dolor, porque eso era lo que tenía que ser, para permanecer cubierto por las telas y el largo de su cabello.
“Yo no”—intentando hablar de una sola vez—“porfavor mi madre, ella es anciana…”—
“Lo lamento”—hablo con calma—“nisiquiera yo puedo hacer algo por ella”
Llegando a el palacio ellos siendo dejándolos en una celda…
“madre tiene que ser fuerte”—Yoochun pasaba su mano por las mejillas de la anciana—“ya nos soltaran”—
“lo siento”—acariciando esos largos y sedosos cabellos negros—“debía haberte protegido”—
“somos inocentes madre”—hablo con una ligera sonrisa aunque las lagrimas inundaban su rostro—“nos liberaran y te are un té para que te mejores”
“gracias precioso”—la anciana cerrando los ojos, después de todo necesitaba descansar.
“tráiganlos ante mi”—hablo uno de los mojes, ya que ellos tenían poder para juzgar, pero sin ir más allá de las ordenes de el rey.
“si”—el guardia veía atento el aspecto de él rey que tenía su mente en una nube, entre más rápido pasara eso, mas rápido se sentirá mejor
“Aquí están”—los guardias dejando a los rehenes en medio de la habitación…
“con que son dos”—el monje caminado hasta ellos –“bruja, se te acusa de la muerte de diez personas que tienes por decir”—la anciana levantando la cara mortificada—“traigan a el otro ante mi”—hablo Dong-gun—“inspeccionaremos tu deformidad”—retirando las prendas de el cuerpo de él joven… este retorciéndose tratando de evitarlo, la mordaza en su boca cortando sus mejillas.
“que les pasa”—se puso de pie el rey—“como pueden tratarlo asi”—caminando hasta donde el monje.
“el es mi asunto Junsu”—hablo Dong-gun—“no te metas”
“No tu asunto es ella”—apuntando a la anciana—“no le hagas daño a él”— acercándose a el joven que aun era cubierto por algunas túnicas.
“No tienes derecho sobre el”—hablo el monje interponiéndose.
“Soy el rey”—hablo con coraje, tomando un brazo de él joven para jalarlo hacia sí—
“Como desee su majestad”—viéndolo con desprecio pero ya se encargaría de dar unos azotes al deforme engendro…
1 comentario:
que pelada Cris porqué no
me dijiste que ya lo habías
subido *hace puchero* jaja
Wiii me pondré a leer el siguiente
*pervert*
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